Si vas a vender, alquilar o dar de alta suministros en una vivienda usada en la Comunidad Valenciana, antes o después te toparás con la famosa licencia de segunda ocupación. Es un trámite obligatorio en muchos casos y, aunque suena burocrático, hoy en día se puede gestionar de forma mucho más ágil gracias a herramientas digitales, formularios online y servicios especializados.
¿Qué es la licencia de segunda ocupación y cuándo la necesitas?
La licencia de segunda ocupación (a veces llamada también cédula de habitabilidad de segunda ocupación) es un documento que emite el ayuntamiento y que certifica que una vivienda usada cumple las condiciones mínimas de seguridad, salubridad y habitabilidad exigidas por la normativa autonómica.
En la Comunidad Valenciana, se exige en situaciones como:
- Dar de alta o reactivar suministros de luz, agua o gas en una vivienda usada.
- Firmar un contrato de compraventa (muchas notarías la piden).
- Formalizar un contrato de alquiler, especialmente de larga duración.
- Tras realizar reformas importantes que afecten a la habitabilidad o distribución.
No tener esta licencia puede suponer retrasos en la venta o el alquiler, o incluso que la compañía de suministros rechace el alta hasta que la aportes.
Requisitos básicos de la vivienda en la Comunidad Valenciana
Aunque cada municipio puede tener matices, los criterios generales están marcados por la normativa valenciana de habitabilidad y calidad de viviendas. De forma resumida, la vivienda debe cumplir con:
- Superficie mínima útil y estancias básicas (sala de estar, cocina, baño, dormitorios).
- Alturas libres mínimas en las estancias principales.
- Ventilación e iluminación natural adecuadas en habitaciones vivideras.
- Instalaciones de electricidad, fontanería y saneamiento en correcto estado.
- Accesos seguros, escaleras y barandillas que cumplan normativa.
- Ausencia de humedades graves, patologías estructurales o riesgos evidentes.
En viviendas muy antiguas, lo habitual es que se pueda obtener la licencia si no hay problemas de seguridad, pero es recomendable hacer una revisión técnica previa para evitar sorpresas cuando el técnico municipal revise la documentación.
Documentación necesaria para solicitar la licencia

El trámite se realiza ante el ayuntamiento del municipio donde se ubica la vivienda, casi siempre ya con una parte digitalizada (sede electrónica, certificados en PDF, etc.). La documentación típica suele incluir:
- Solicitud oficial del ayuntamiento, que muchas veces se descarga desde la sede electrónica.
- Copia del DNI o NIE de la persona solicitante.
- Escritura o contrato de arrendamiento, o documento que acredite la titularidad o el derecho de uso.
- Referencia catastral de la vivienda.
- Certificado de habitabilidad o informe técnico firmado por un arquitecto o arquitecto técnico colegiado.
- Justificante del pago de la tasa municipal.
En algunos municipios se exige también un plano de la vivienda, fotografías actualizadas y, si ha habido reformas, copia de la licencia de obras o comunicación previa.
El papel del informe técnico
El informe técnico es la pieza clave. Un profesional habilitado visita la vivienda, comprueba las condiciones de habitabilidad, toma medidas y redacta un documento ajustado a la normativa autonómica y municipal. Hoy en día muchos técnicos trabajan con software de certificación y apps de toma de datos, lo que reduce errores y acelera el proceso.
Contar con un estudio especializado que conozca bien los requisitos locales marca la diferencia. Firmas como ARKespai, con amplia experiencia en licencias de segunda ocupación en la Comunidad Valenciana, ayudan a que el informe salga bien a la primera y a evitar retrasos por subsanaciones.
Cómo hacer el trámite paso a paso (aprovechando lo digital)
Si quieres simplificar el proceso y evitar idas y venidas al ayuntamiento, lo más práctico es seguir una secuencia ordenada apoyándote en herramientas y recursos online:
1. Consultar la normativa y el modelo de solicitud en la web municipal
Cada ayuntamiento de la Comunidad Valenciana tiene su propia sede electrónica, donde suele publicar el modelo oficial de solicitud, la tasa y la documentación exacta que exigen. Aquí es útil:
- Descargar el formulario en PDF o rellenarlo online, si la plataforma lo permite.
- Guardar la normativa local o las instrucciones en tu nube (Google Drive, Dropbox, etc.).
- Usar un lector de PDF con anotaciones para marcar lo más importante.
2. Encargar el informe técnico
Busca un arquitecto o aparejador que pueda emitir el informe. Muchos ya funcionan con procesos 100 % online: agenda de citas desde su web, envío de documentación por correo electrónico, firma digital del informe en PDF, etc.
Para gestionar esto con comodidad:
- Organiza toda la documentación en una carpeta digital (escrituras escaneadas, DNI, planos…).
- Firma digitalmente los documentos si te lo piden (con certificado digital o Cl@ve).
- Guarda los archivos con nombres claros: licencia-segunda-ocupacion-direccion-fecha.pdf.
3. Presentar la solicitud en la sede electrónica
Una vez tengas el informe técnico, toca presentar todo al ayuntamiento. La mayoría ya permite hacer el trámite sin ir en persona, usando:
- Certificado digital o DNI electrónico.
- Sistema Cl@ve PIN o Cl@ve Permanente.
Subirás el formulario cumplimentado, la copia de tu documentación y el informe técnico en PDF. Luego pagarás la tasa con tarjeta o banca online; el justificante suele llegar en formato PDF descargable.
Un consejo práctico: antes de enviar nada, comprueba bien el peso máximo de archivos que admite la sede electrónica y, si hace falta, comprime los PDFs con herramientas online de confianza.
4. Seguimiento del expediente
Tras presentar la solicitud se abre un expediente administrativo. En muchos casos podrás seguir el estado desde la propia sede electrónica: presentado, en revisión, subsanación, concedido, etc. Activa las notificaciones electrónicas para enterarte rápido si falta algún documento.
Los plazos dependen de cada municipio, pero lo normal es que, si la documentación está completa y el informe correcto, la licencia se conceda sin necesidad de visitas adicionales.
Errores frecuentes que retrasan la licencia

La mayoría de problemas que alargan el proceso tienen que ver con detalles evitables. Algunos de los fallos más habituales son:
- Presentar un informe técnico que no se ajusta al modelo o requisitos del municipio.
- No acreditar bien la titularidad de la vivienda o aportar escrituras antiguas sin datos claros.
- Subir documentos sin firma del técnico o con firmas no válidas digitalmente.
- Omitir el justificante del pago de la tasa municipal.
- No revisar el correo o el buzón de notificaciones electrónicas para ver si piden subsanar algo.
Por eso es clave revisar con calma la documentación y apoyarse en profesionales y herramientas digitalizadas. Una buena práctica es crear una lista de verificación (checklist) en una app de notas o de tareas, para ir marcando lo que ya tienes listo.
Consejos para agilizar al máximo el proceso
Si te corre prisa para cerrar una venta o activar suministros, puedes ganar tiempo siguiendo estas recomendaciones:
- Pide el informe técnico con antelación, incluso antes de firmar un contrato de arras.
- Asegúrate de que la vivienda esté lo más presentable posible (sin humedades visibles, instalaciones en uso, etc.).
- Ten a mano tu certificado digital y pruébalo antes en la sede electrónica.
- Digitaliza todos los documentos relevantes en buena calidad, pero sin un peso excesivo.
- Guarda en una carpeta en la nube todo lo del expediente, por si en el futuro necesitas renovar la licencia o tramitar otro documento.
Con una preparación mínima y aprovechando las posibilidades online, la licencia de segunda ocupación deja de ser un obstáculo para convertirse en un trámite asumible, integrado en tu flujo digital de gestión de vivienda y documentación.